"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! Lucas 13:34
Dios les bendiga amados hermanos y amigos, hoy continuamos adelante con una serie de reflexiones que esperamos puedan ser de bendición para los que nos puedan leer en esta humilde pagina cuyo propósito es el de llevar una palabra de consuelo y esperanza a aquello que la lean. Cuando el Señor Jesucristo entraba en Jerusalén, la ultima semana de su ministerio aquí en la tierra, su lamento por aquella ciudad amada, era porque no le habían reconocido como el MESÍAS SALVADOR, y lo mas triste no querían la unidad del pueblo sino que seguían divididos para su propia destrucción, que algunos años mas tarde se cumplieron las profecías y la ciudad fue totalmente destruida en el año setenta dC. por el general Tito del imperio romano.
La división no es de Dios, Dios siempre ha estado llamando al hombre a la unidad para lo bueno, y no para lo malo, por ejemplo, cuando vemos el libro de génesis la division que Dios permite a la humanidad cuando construían la torre de Babel, cuyo propósito era la de llegar al cielo, les confunde las lenguas y cada uno hablaba un idioma diferente, y no podían entenderse. allí desistieron de ese plan que nada tenia que ver con el beneficio de la humanidad, algo parecido ocurrió en el tiempo de Jesús, el plan de Dios era bendecir a la humanidad, redimirla de los pecados con la obra redentora de su Hijo, pero ellos se opusieron y lo mataron como a los antiguos profetas quienes lo entregaban a los "Herodianos" quienes perseguían y mataban con toda clase de restricciones, pero el plan de Dios continuaba adelante, pues contra el no hay oposicion que pueda obstaculizar el plan Divino. En el día de Pentecostés viene el día de la restauración de la unidad de la humanidad, que Dios mismo había dividido en la torre de la confusión, cuando los apóstoles obedeciendo el mandato de que se quedaran en Jerusalén hasta que recibieran la promesa del Espíritu Santo, ese día había una gran multitud de todos los países de debajo de la tierra, y cuando los discípulos fueron bautizados por el ESPÍRITU SANTO, comenzaron a hablar en diferentes lenguas que los que venían de afuera entendían en sus propios idiomas, que estos adoraban y alababan a Dios en sus propias lenguas. ¿Por qué ocurrió esto? ¿Porque ocurrió esta unidad de las naciones? porque se desarrollaba un plan que traería un gran beneficio a la humanidad como era su redención. Era el plan de Dios, era algo bueno, hoy en día vemos como las naciones se dividen, y ¿por qué? porque sus intenciones no son buenas, en el fondo lo que quieren es buscar sus propios intereses sin importarles que sus pueblos sufran las consecuencias de la división, las consecuencias del resentimiento, las consecuencias de las imposiciones, y lo mas triste es que se esconden bajo las banderas de los derechos humanos, cuando allí cada quien pone sus "Jueces" para tirar cada uno por su lado, Así no es mis queridos amigos y hermanos, cuando los planes y proyectos son buenos, son de Dios, entonces habrá paz, existirá la unidad, vendrá la alegría a los pueblos y con verdadera justicia. Se acabaran las divisiones como Dios lo planeo y vemos en el libro de los hechos como Dios le muestra a Pedro, en aquel lienzo que bajaba del cielo que ya su plan tendría que alcanzar las naciones, que su proyecto no era para una sola nación sino para todas como Dios le dijo a su amigo, "En ti serán benditas todas las naciones" ese es el plan de Dios, bendecir, cuando ese plan esta en el corazón de los gobernates de las naciones, se alcanzará la verdadera unidad de las naciones... continuaremos en nuestra próxima edición Dios mediante, Dios mes les bendiga.
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