sábado, 14 de marzo de 2009

BENDICIONES DE LA OBEDIENCIA


“BENDICIONES DE LA OBEDIENCIA”


“Y será que, si obedeciereis cuidadosamente mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando á Jehová vuestro Dios, y sirviéndolo con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, Yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo, la temprana y la tardía; y cogerás tu grano, y tu vino, y tu aceite.” Deuteronomio 11: 13 y 14

Las promesas que Dios nos hace en su palabra, son para nosotros hoy en día también, pues cielo y tierra pasaran pero su palabra no pasará, usted dirá pero hermano ese contexto era para el pueblo de Israel hacen tres mil años atrás, si pero sus promesas son para todos los que le buscan y a través de las generaciones hemos podido ver que esto se hace una realidad, y así lo dice en SEÑOR EN ISAIAS 59:21:

“Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tu simiente, dijo Jehová, ni de la boca de la simiente de tu simiente, desde ahora y para siempre.”

Las promesas de Dios son eternas, si deseamos que ellas sean una realidad en nuestras vidas, entonces debemos obedecerlas. Amar a Dios y servirle de corazón y con toda nuestra almas va mas allá de un servicio externo a los demás, servir es el resultado de amar a Dios, y debemos hacerlo de todo corazón, pero hay una obediencia interna la cual es allí donde se requiere la mayor obediencia, y es precisamente lo que el Señor nos exige, dice Pablo en su carta a los romanos lo siguiente:

“No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias; Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumento de iniquidad; antes presentaos á Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros á Dios como instrumentos de justicia.” Romanos 6:12y 13

Aquí esta el meollo del asunto, ¿quién es el que gobierna nuestras vidas?, Pablo nos enseña que en nuestro interior puede estar gobernando los deseos de nuestra naturaleza pecadora la cual llama la del cuerpo mortal, y que podemos ponerlo bajo su servicio para cosas malas, cuando el Espíritu Santo no gobierna nuestras vidas, ni nos dejamos dirigir por el, entonces reinará el pecado, pues nuestros propias acciones están dirigidas por los deseos carnales del cuerpo muerto, pero cuando Cristo reina y su ESPÍRITU nos dirige entonces estaremos en servicio de aquel que nos llamó, y nos compró, no con cosas corruptibles como la plata y el oro, sino con la sangre preciosa de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, la cual nos lavó de toda nuestras inmundicias y pecados y nos ha dado vida cuando estábamos muertos por nuestros delitos y pecado. Así pues usted ya no es esclavo del pecado, sino hijo; y si es hijo de Dios, es también heredero de Dios por medio de Jesucristo. Y todas esas promesas que están en la biblia son para usted como hijos de Dios, así que mi estimado oyente, si amas a Dios y le busca de todo corazón, y le sirves el te dará todas las bendiciones que aparecen en su Palabra, las bendiciones son el resultado de la obediencia, tu eres heredero de esas promesas por ser hijo de Dios, así que levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria del Señor ha venido sobre ti.”
Dios te bendiga.
Giancarlo Pellegrino




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